¿Los seguros no sirven para nada?

En México muchas personas piensan que los seguros son un gasto inútil. Hay que reconocer que, por su naturaleza de intangibles, puede parecer un gasto de verdad innecesario, porque, pensándolo bien ¿qué recibes a cambio de pagar una póliza de seguro? Sólo un papel que contiene una promesa de que si algo sucede, ellos se van a encargar de pagar.

Pero ¿qué pasa si no sucede nada?No te regresan ni un sólo peso del dinero que les diste. Desde ese pun- to de vista suenan uno de los peores negocios de tu vida, sin duda. Pagar por algo que no sabes si vas a usar y que te proteja de algo que muy probablemente no te suceda en el próximo año suena hasta ridículo. No hay duda de ello.

Te pido que recuerdes uno de tus viajes en carretera. Imagina que al parar en una de las casetas le preguntas a la persona que te cobra la cuota: “Oiga, ¿de cada 100 personas que pasan por aquí, ¿cuantas tienen un accidente? y ¿cuántas mueren?” Y te contesta: “ La verdad que muy pocas. De cada 100 se accidentan sólo seis y dos de ellas mueren”. Te quedas pensando y antes de que le vuelvas a preguntar algo te dice: “Usted no se preocupe, hoy han pasado unas 90 y no hemos tenido ni un sólo accidentado ni nadie ha muerto hoy. ¿Qué harías? ¿Seguirás tu ruta? ¿Entrarías a la carretera y seguirás tu camino de forma tranquila?

Las probabilidades de que en el próximo año enfermes, mueras de forma prematura, sufras un accidente en tu auto o que te lo roben son similares a pasar por la caseta de cobro de la carretera que te pedí imaginar anteriormente. El tema es que no sabes si te tocará enfrentar alguno de estos eventos o peor aún, varios de ellos. En el mejor de los casos, y eso es lo que todos esperamos, es que no tengas que pasar por ninguno de ellos.

¿De qué depende? De tantos factores de riesgo que sería largo enumerar todos aquí. Riesgos que todos los seres humanos enfrentamos en el día a día, por el simple hecho de vivir y salir a trabajar y buscar una vida mejor.

Pensemos que la póliza del seguro de tu coche es de 10 mil pesos anuales. La pagas por tres años y no la usas. Habrás desperdiciado 30 mil pesos que no volverás a ver. Si los hubieras guardado los podrías haber usado para comprar otra cosa más necesaria y tangible. Una tele de plasma, por ejemplo y hasta la estarías disfrutando más.

Ahora te invito a pensar qué pasa si te toca la “mala suerte” de ser uno de quienes sí les pasa algo malo. Por ejemplo, que al manejar tu auto ocasionaste sin querer un accidente y dañaste otro auto y además le causaste lesiones al otro conductor y la muerte de su acompañante. ¿Qué te parecen los 30 mil pesos que te ahorraste?

Para que te des una idea: el accidente que te acabo de contar te puede llegar a costar millones de pesos.Literalmente. Desde pagar los daños al otro auto, la atención médica al otro conductor hasta que recupere su salud, y ya ni te platico de lo que deberás pagar de indemnización por la muerte de su acompañante que en la ciudad de México supera tres millones de pesos. De enfrentar todos esos gastos, te puede salvar un buen seguro para tu auto por el cual pagas la ridícula cantidad de 10 mil pesos anuales ¿Qué te parece?

Como ves, puede ser fácil pensar que los seguros no sirven para nada. Sobre todo si no tienes un punto de re- ferencia que te ayude a conocer el tamaño de los riesgos financieros que enfrentas. Para eso estoy yo. Hoy llegamos al fin de lo que quería platicar contigo. Nos vemos el próximo martes. Por favor, cuídate mucho.

Publicado en Capital de México el 14 de agosto de 2014.