La otra cara de las finanzas personales

 

Hoy, justo hoy, este blog cumple dos años. Para festejar he invitado a mis amigos expertos en Finanzas Personales a que escribieran algo para ustedes. Como siempre la respuesta que recibí fue muy entusiasta. La cual agradezco con el corazón. Hoy festejamos en grande con una grande. Adina Chelminsky, Columnista del periódico Excélsior con su Columna Doktor Dinero de la Revista Expansión, de la Revista Dinero Inteligente, escritora del Libro Cabrona y Millonaria y dueña del blog del mismo nombre. Sin más preámbulo les dejo con sus expertas letras agradeciéndole a ella además lo más valioso: Su amistad.

Por Adina Chelminsky

Para Eloy, digno representante de

Esta cara que todos los asesores en finanzas

Deberían tener

 La luna tiene un hemisferio que nadie conoce. Un lado que está oculto para los ojos desde la tierra: La otra cara de la luna.

Una cara que tanto ha dado de que hablar y pensar a los científicos y que ha inspirado infinidad de leyendas e, incluso, uno de los mejores álbumes en la historia de la música (The dark side of the moon de Pink Floyd).

Así como la luna tiene una doble cara, las finanzas personales también.

La primera cara, la que todos vemos y a la que muchos pensamos, erróneamente que es la única que existe, es la cara fría y numérica de las finanzas. Los números complicados, los términos en chino, los procedimientos inentendibles (cualquier persona que haya tenido que hacer una reclamación a un banco, por ejemplo, sabe a lo que me refiero).

Podrán tener los trípticos que anuncian los productos, ya sea una cuenta, un crédito o un seguro, fotos con personas muy sonrientes en todos lados y colores cálidos y combinados, pero basta leer un contrato de estos mismos productos para que la temperatura corporal se reduzca a menos 35 grados centígrados. (Se está pensando hacer una versión de Batman en donde el personaje del Dr. Frío lo interprete un típico asesor de una sucursal bancaria).

Empezando con el hecho de que al leer y firmar cualquier contrato financiero uno pierde su nombre y de aquí en adelante es conocido como el contratante.

Ahora, es un hecho: por principio las finanzas debe ser muy racionales. Dependen de números y formulas inertes y las decisiones respecto a nuestro dinero se tienen q tomar, idealmente, con la cabeza fría.

 Pero nosotros somos animales de sangre caliente y necesitamos algo más…

 Y es aquí en donde es tan importante conocer esta cara oculta, para muchos, de las finanzas personales: La cara humana.

La cara del asesor que, independientemente de si vas a invertir mil o un millón de pesos o de si vas a comprar una póliza de seguro de vida multimillonaria o una de un seguro estandarizado, está ahí para brindarte un servicio.  Que nos ayude a entender el cada vez más complicado mundo de las opciones en instrumentos y estrategias financieras. Hoy en día hay tanta variedad de productos en el mercado que es probable rayar en la locura y llegar a delirar cuando se tiene que elegir uno.

No, un buen asesor no va a cambiar los rendimientos que de una fondo, ni va a poder cambiar las cláusulas de una póliza de seguros. Tampoco va a poder romper las reglas si nos equivocamos. Pero puede ayudar a hacer algo muncho más importante: Ayudarnos a elegir mejor, explicarnos con paciencia los detalles de cada instrumento, escuchar lo que queremos y ofrecernos lo que realmente necesitamos.

 Por eso es tan importante buscar, dentro de los proveedores de seguros, inversiones, crédito…el que mejor servicio nos da. El que más atento está a nuestras necesidades y a nuestras metas. El que no sólo se preocupa por vender un producto en cinco minutos sino por ofrecernos servicio por cincuenta años.

Un asesor que, como hubiera dicho Humphrey Boggart en Casablanca, piense que cada venta de un producto o cada firma de un contrato es “el principio de una bella amistad”.